Macey y Savanna andan justas de recursos, pero sobradas de voluntad. A estas dos hermanas, que a duras penas consiguen sacar adelante su destartalada cafetería, se les ocurre una idea para salir de pobres: ganarse a su pudiente tía Hilda, que padece una enfermedad terminal, y pegar el pelotazo. Sería el plan perfecto si Macey y Savanna no fueran las únicas de la familia con ganas de convertirse en herederas de esta matriarca controladora y cascarrabias.