Unitario documental de Lucrecia Martel que retrata la intimidad del ensayo musical y la complicidad entre mujeres. Durante el año que asoló la peste, su protagonista, la cantora Julieta Laso, se refugió en el Norte del país para ensayar un show que fue cancelado. Allí conoció músicas extraordinarias, con quienes cantó y conversó en largas tertulias nocturnas.