Retrato de Joaquín Sabina sin bombín, hecho a muy pocos centímetros de su piel, con nocturnidad y alevosía, por su amigo, el cineasta Fernando León de Aranoa. Un relato como su voz, áspero, directo y sin ecualizar, que cuenta sin atenuantes la intimidad del artista, sus bambalinas, su cara B. Que comienza cuando baja del escenario, que le acompaña en lo cotidiano, y así en lo inesperado: en la risa y en el drama. Sintiéndolo mucho es el resultado de trece años de rodaje juntos, y recorre todos los escenarios de Joaquín Sabina, públicos y privados, luminosos y ocultos. Un paseo por las claves de su vida y de su trabajo: por lo que le mueve, por lo que le inspira, por lo que le duele, desarrollado siempre a partir de situaciones vivas, compartidas, entre músico y cineasta.