Cuando Max (John Cho), padre soltero, descubre que tiene una enfermedad terminal, decide intentar compensar todos los años de amor y apoyo que se perderá con su hija adolescente Wally (Mia Isaac) en el tiempo que le queda con ella. Con la promesa de unas ansiadas clases de conducción, convence a Wally para que le acompañe en un viaje por carretera desde California hasta Nueva Orleans para asistir a una reunión de antiguos alumnos de la universidad, en la que secretamente espera reunirla con su madre, que les abandonó hace tiempo.