Chantal y Christian viven una jubilación tranquila. Pero desde que sus hijos Sandrine y Stéphane abandonaron el nido, no los ven demasiado. Las oportunidades de reunirse en familia son cada vez más escasas. Cuando sus hijos les anuncian que no vendrán a celebrar la Navidad, ya es demasiado para Chantal y Christian. Entonces deciden hacerles creer que les ha tocado la lotería.