En un pueblo muy unido de Kosovo, las familias luchan para llegar a final de mes, ansiosas por recibir noticias de los maridos, padres e hijos a los que se llevó la guerra. Cuando las abejas de Fahrije dejan de producir miel, decide aprobar el carnet de conducir y se aventura a la ciudad para vender ajvar casero en una tienda de comestibles local. Su ingenuidad y ambición ponen a prueba a los habitantes de un pueblo conservador por naturaleza en el que siguen vigentes las nociones patriarcales y tradicionales de la sociedad. Para poder sobrevivir tiene que superar los insultos y los ataques físicos que tratan de impedir por todos los medios que la mujer pueda valerse por sí misma.