Cassandre, de 26 años, es azafata de una aerolínea de bajo coste. Con base en Lanzarote, siempre está dispuesta a trabajar horas extras y lleva a cabo sus funciones con eficiencia robótica. Por otro lado, simplemente se deja llevar y flota entre Tinder, fiestas y días de descanso. Cuando de repente la despiden, se ve obligada a regresar a casa.