Un detective de la policía de Nueva York recibe un disparo de uno de sus propios hermanos benévolos uniformados. Las comunidades se encienden – para marchar por la justicia. Las pandillas dejan sus diferencias a un lado, por una lucha unida, una oportunidad equitativa. “Que las personas no sean juzgadas por el color de su piel sino por el contenido de su carácter”. El movimiento y la unidad impactan en la sociedad de la ciudad y conducen a una intervención del Muro Azul dentro de la fuerza policial. Los policías blancos anhelan el cambio y actúan en consecuencia, eliminando el racismo. No es una pelea fácil. Al final, lo que se consideraba imposible, se hizo posible.