Henry Evans es un niño tan modélico que sus padres tienen razones de sobra para sentirse orgullosos de él. Sin embargo, bajo su apariencia cariñosa y apacible se esconde una mente retorcida y poblada de ideas malignas. Sólo otro niño podría darse cuenta de ello; y eso es lo que ocurre cuando su primo Mark, tras la muerte de su madre, se traslada a vivir con los Evans.