Mateo recibe una carta de Teresa pidiéndole ayuda: Valerio está liberando prostitutas ilegales que trabajan sometidas para La Garduña – el hampa de la ciudad – y han intentado matarlo. Cuando Mateo decide volver a Sevilla, Baeza, un joven trabajador de la mancebía amigo de Valerio, acepta, por imposición de La Garduña el encargo de asesinarlo.